El Ateneo de Madrid vivió una jornada inolvidable de arte y mundanidad. Presentó a la Vicepresidente Popova de Bulgaria el embajador Kostadin Kodzhabashev y al artista Valentín Kovatchev, pintor
y escultor, que reside en Torremolinos y su segunda mujer y musa es española.
La Sra Popova viajo expresamente de Sofía para esta inauguración o vernissage para los cosmopolitas. Asistieron los Reyes de Bulgaria Margarita y Simeone y los embajadores de Luxemburgo, Orden de Malta, Rumanía, Rusia, Países Bajos, Palestina y muchos representantes de la sociedad madrileña.
Kovatchev en perfecto castellano me explica las resonancias en su pintura de Dalí, Picasso y De Chirico. En su formación destaca el humanismo renacentista, que gusta citar a los grandes del pensamiento universal.
Es un retratista extraordinario que ha hecho un precioso retrato muy estilizado de la Reina Letizia.
Personalmente me recuerda en sus caballos que pueblan muchos de sus cuadros a De Chirico, a quien todavía vislumbro sentado en su mesa del Cafe Greco de la Vía Condotti de Roma. He hecho incursiones en Don Quijote brindandonos una versión bulgara del inmortal personaje cervantino. Sus desnudos son inmateriales y puros y sus musas etéreas. Me impresionó mucho el retrato de una mujer joven con paisaje "La dama del alba".
La pintura como el arte esta hecha de sensaciones en el expectador y como cita Kovatchev "el mundo real es más pequeño que el mundo de la imaginación" Nietzsche. El buen vino blanco búlgaro ánimo a los presentes y diluyó algo el fuerte calor de esta cálida noche madrileña.
De regreso a casa paso por la Puerta de Alcala y la veo transfigurada en un cuadro por este genial búlgaro con dos caballos, un toro y muchos ángeles tañendo instrumentos.