El ya nuevo ministro de Justicia, el gallego Francisco Caamaño, ha asumido el cargo con un claro mensaje conciliador y de diálogo, tras la primera huelga de jueces en la historia del país. «No cejaré en mi empeño de un diálogo sincero y abierto con todos los colectivos de la Administración de Justicia», ha manifestado Caamaño tras el traspaso de cartera de manos de su ya antecesor, Mariano Fernández Bermejo. Éste presentó su dimisión tras un escándalo político provocado por una cacería para la que carecía de licencia con el juez Baltasar Garzón, mientras éste instruía el sumario sobre una trama de corrupción que salpica presuntamente al Partido Popular (PP) y el que ha imputado a 37 personas.
Caamaño, de 46 años, juró su cargo ante el rey Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela, la residencia oficial del monarca. Al acto acudió también el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, de la que se le considera una persona muy cercana. Allí, no obstante, no estuvo Bermejo, quien sí acudió posteriormente al traspaso de carteras en el Ministerio.
Caamaño, catedrático de Derecho de 46 años, era hasta ahora secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios y se convierte en el tercer ministro de Justicia de los dos gobiernos sucesivos de Zapatero. Antes de la llegada de Bermejo al Ministerio de Justicia, en febrero del 2007, la cartera la ocupaba Juan Fernando López Aguilar, que renunció a ella para competir por la presidencia regional de Canarias. Bermejo, de 61 años, es el primer ministro de Zapatero que se ha visto obligado a dimitir por un escándalo político, después de que la cacería en la que coincidió con el juez Garzón. La revelación de que Bermejo carecía además de licencia para cazar en Andalucía, donde se produjo la batida, le complicó aún más las cosas. El lunes, al anunciar su renuncia, dijo a la prensa que el PP le estaba «utilizando» como munición contra el gobierno. Zapatero congeló durante cuatro días las dimisión de Bermejo, que ya se la había ofrecido la semana pasada.
Hombre de confianza de María Teresa Fernández de la Vega, desde 2004 Caamaño es secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y llevó buena parte del peso de la negociación del Estatuto catalán cuando este fue remitido en 2005 a las Cortes para su tramitación. Caamaño nació el 8 de enero de 1963 en la villa coruñesa de Cee y se licenció en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela. Desde entonces, su trayectoria profesional ha estado vinculada al Derecho Constitucional, materia de la que fue Profesor Titular en la citada Universidad. En 1993 fue designado Letrado del Tribunal Constitucional y en 2002 obtuvo la plaza de Catedrático en la Universidad de Valencia.
Ha sido director de la Fundación Democracia y Gobierno Local y codirector de la Revista Cuadernos de Derecho Local.
El nuevo ministro de Justicia, Francisco Caamaño, elogió la labor de Mariano Fernández Bermejo, que anunció su dimisión, y subrayó que se propone "dar continuidad a muchos de esos proyectos" lanzados por su predecesor. "Ha sido un gran ministro, ha puesto en marcha muchísimos proyectos que están en el Parlamento y me consta por mi condición todavía de secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y procuraremos dar continuidad a muchos de esos proyectos", dijo en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press.
Además, precisó que analizará los proyectos que están en marcha y seguirá "en contacto con todo el mundo vinculado a la Justicia" y que tratará de hacer su trabajo "lo mejor posible". "(Quiero) hacerlo, como siempre ha sido nuestra voluntad y estoy seguro de que también ha sido la de él, lo mejor posible para el Gobierno pero sobre todo para todos los ciudadanos", recalcó.